Ésta soy yo

Ésta soy yo

domingo, 30 de agosto de 2009

Por fin trato de continuar

Hola, ¿ os acordais de mi? porque hace más de un año que no visito mi propio Blog. Pues bien, tengo muchas cosas que contar pero no tengo tiempo, o es que me he vuelto muy torpe para decidirme.
Quiero recordar cómo terminó mi pequeño relato, de aquella joven que al final se divertía en la azotea de su casa, con otros jóvenes al ritmo de la música que estaba de actualidad y que sonaba muy bien en un tocadisco o más conocido con el nombre de picú.

Bueno, a los jóvenes de hoy os parecerá extraño todo esto porque ahora tenéis música por un tubo en aparatitos tan pequeños que ni siquiera se ven pero, de lo que yo os cuento han pasado muchos años y ese es otro antes y después del progreso actual.

Quisiera transmitir mis sentimientos de abuela.Es verdad que hasta que no se viven algunas situaciones no se puede valorar por opiniones ajenas. Tengo seis nietos y todos me producen una infinita ternura es algo que no se puede explicar los sentimientos se sienten pero no hay forma de expresarlo para que te entiendan. Sabeis que en mi última intervención en este Blog había nacido Laura, mi nieta más pequeña; es bonito ver cómo va creciendo cómo se alegra cuando ve algunos de sus primos sobre todo a Carmencita que es la que tiene la edad algo mayor y que está también para comersela.He pasado unos días en el campo disfrutando de la familia de todos los que han estado allí pero sobre todo con los más pequeños y no me importa en absoluto el trabajo que me hayan podido dar porque la alegría ha sido mayor. Hay tantos Antes y Después en la vida, que desde que soy abuela entiendo mucho mejor que antes a otras abuelas. Besitos de Piconeragaditana,

1 comentario:

Panflín dijo...

Hola, Piconeragaditana.
Yo también estaba algo alejado de los blogs, sobre todo del mío propio. Y hoy, por casualidad, cuando iba a hacer otra cosa, me he topado con esta nota tuya que ya lleva casi un mes en la Internet.
Otro Antes y otro Después, porque para mí ahora mismo es como si acabaras de escribirlo y sin embargo has volcado un sopetón de emociones que traías encima hace un mes.
De momento, creo que no puedo entender del todo a las abuelas, pero creo que antes y después lo más importante no es entender sino confiar y agradecer.
Gracias por tus desvelos, tus sonrisas y tus esfuerzos; sigue siendo una abuela y también una madre maravillosa.